sábado, 28 de julio de 2007

Rompiendo mi cabeza


Caminantes
azulados trabajan aquí


Cantando
armonías trenzadas allá


Componiendo
antologías trazadas antes


Conduciendo
aterciopelados trenes ahora


C
a t a

jueves, 12 de julio de 2007

Hacia adentro

Más que algo externo, cuando viajamos estamos recorriendo un camino interior; una experiencia siempre diferente y nada sencilla. El viaje que realiza el Principito demuestra que su aprendizaje no fue originado por algo exterior, aunque así lo pareciera, sino que cada planeta simbolizaba una parte suya; lo que hace es recorrerse dentro de sí en las negatividades y positividades.

La enseñanza de ésta historia es primordial para la vida; lo más importante, lo verdaderamente relevante es nunca dejar morir la rosa que todos llevamos dentro, no dejar que se apague ni marchite nunca así le pasen huracanes por encima. Nunca la abandonemos porque esta rosa única, “distinta de todas las demás, una cuya delicadeza, candor e inocencia, harán despertar de su letargo a mi alma, mi corazón y mis riñones” Saint-Exupéry.

”No se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos” A.S-E.

viernes, 6 de julio de 2007

Yo en mí sin mi yo

Este es un error que nunca debemos cometer, pero en el que caemos como parte del aprendizaje de vida; si no nos conocemos y no sabemos quienes somos el camino estará perdido. 'Conócete a ti mismo' estaba inscrito en el Oráculo de Delfos, y este es uno de los principios en los que el Ser debe profundizarse y fortalecerse.

A través de esta aparente simple pero compleja frase, Sócrates abrió una puerta de sabiduría hacia nosotros; en el sentido que para él tiene este lema está en relación no sólo con el reconocimiento de nuestros límites, de nuestra ignorancia, sino también con su afirmación de que la virtud reside en el conocimiento, como un medio para la acción.

Frecuentemente, conocernos a nosotros mismos y aprender la verdad empieza por reconocer lo que no sabemos. "Una vez que nos conozcamos, podremos aprender a cuidar de nosotros, pero si no, nunca lo haremos" Sócrates.

El camino para encontrar esta sabiduría queda recogido en el precepto de que la búsqueda de la verdad es una búsqueda interior -en diálogo con los otros-, precedida e impulsada por el reconocimiento de la ignorancia.

"Cuando hablamos de la naturaleza, no deberíamos olvidar que somos parte de ella y que debemos contemplarnos con la misma curiosidad y sinceridad con las que estudiamos un árbol, un cielo o un pensamiento, puesto que estamos ligados a la totalidad del universo". Henri Matisse