Suena el eco
El empalme de fragmentos
Titilan a su paso
Huellas del ayer.
Recuerdos rotos,Embriagados en su perdición;
En la condena de haber sido un sueño,Cuyo destino saldría con el despertar.
Se levanta la guerreraLa espada y su filo
Cortan sogas de hierro.El tiempo se apresta
A un estado abismalPara alcanzar sus límites.
Llueven pétalosSuenan violines
Llaman a la luz.Corren los últimos, y en un abrir y cerrar de ojos,
Se detienen los relojes de la ciudad.