Ayer desperté en las finas arenas del desierto

Resbalando y jugando con su inagotable inmensidad
Enfrascando aquellos pequeños puntos equidistantes que se van acercando
Que se arraigan a recuerdos que flotan
Pero que parten y no se dejan capturar en su totalidad
Y fue, entre esos lapsos de eternos devenires, que esos reflejos tropezaron con mi imagen
Porque su esencia da vueltas y vuela al igual que ese caprichoso tiempo
Intenta medirlo pero no le alcanza
Entonces hoy cerré mis ojos y decidí dejarlo correr
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