lunes, 24 de diciembre de 2007
lunes, 17 de diciembre de 2007
Puerto Colombia
domingo, 9 de diciembre de 2007
Canción del mar
luchando en la arena amarga!
martes, 4 de diciembre de 2007
viernes, 16 de noviembre de 2007
En mi parte, parte de Marte parte

martes, 23 de octubre de 2007
domingo, 7 de octubre de 2007
Canción nocturna
domingo, 23 de septiembre de 2007
La fuerza de la tormenta
No es el compañero distante
simplemente combate la guerra interna
de vacíos inexplicables.
miércoles, 29 de agosto de 2007
Pequeñas grandes luchas

A la mañana siguiente, la Bandada había olvidado su demencia, pero no Pedro.
-Juan, ¿te acuerdas de lo que dijiste hace mucho tiempo acerca de amar lo suficiente a la Bandada como para volver a ella y ayudarla a aprender?
-Claro.
-No comprendo cómo te las arreglas para amar a una turba de pájaros que acaba de intentar matarte.
-Vamos, Pedro, ¡no es eso lo que tú amas! Por cierto que no se debe amar el odio y el mal. Tienes que practicar y llegar a ver a la verdadera gaviota, ver el bien que hay en cada una, y ayudarlas a que lo vean en sí mismas. Eso es lo que quiero decir por amar. Es divertido, cuando le aprendes el truco. Recuerdo, por ejemplo, a cierto orgulloso pájaro, un tal Pedro Pablo Gaviota. Exilado reciente, listo para luchar hasta la muerte contra la Bandada, empezaba ya a construirse su propio y amargo infierno en los Lejanos Acantilados. Sin embargo, aquí lo tenemos ahora, construyendo su propio cielo, y guiando a toda la Bandada en la misma dirección.
Pedro se volvió hacia su instructor, y por un momento surgió miedo en sus ojos.
-¿Yo guiando? ¿Qué quieres decir: yo guiando? Tú eres el instructor aqui. ¡Tú no puedes marcharte!
-¿Ah, no? ¿No piensas que hay acaso otras Bandadas, otros Pedros, que necesitan más a un instructor que ésta, que ya va camino de la luz?
-¿Yo? Juan, soy una simple gaviota, y tú eres...
-...el único Hijo de la Gran Gaviota, ¿supongo? -Juan suspiró y miró hacia el mar-. Ya no me necesitas. Lo que necesitas es seguir encontrándote a tí mismo, un poco más cada día; a ese verdadero e ilimitado Pedro Gaviota. El es tu instructor. Tienes que comprenderle, y ponerlo en práctica.
Un momento mas tarde el cuerpo de Juan trepidó en el aire, resplandeciente, y empezó a hacerse transparente.

-No dejes que se corran rumores tontos sobre mí, o que me hagan un dios. ¿De acuerdo, Pedro? Soy gaviota. Y quizá me encante volar...
-¡JUAN!
-Pobre Pedro. No creas lo que tus ojos te dicen. Sólo muestran limitaciones. Mira con tu entendimiento, descubre lo que ya sabes, y hallarás la manera de volar.
El resplandor se apagó. Y Juan Gaviota se desvaneció en el aire.
Juan Salvador Gaviota
Richard Bach
martes, 21 de agosto de 2007
Cuando llega la alegría
Cuando llega la tristeza
Mi rosa ha muerto
Lágrimas de mercurio son derramadas
Me retuerzo hasta quebrarme como una hoja seca de otoño
Me desintegro en pequeños pedazos de escarcha que vuelan atravesando el infinito.
sábado, 28 de julio de 2007
Rompiendo mi cabeza
jueves, 12 de julio de 2007
Hacia adentro

La enseñanza de ésta historia es primordial para la vida; lo más importante, lo verdaderamente relevante es nunca dejar morir la rosa que todos llevamos dentro, no dejar que se apague ni marchite nunca así le pasen huracanes por encima. Nunca la abandonemos porque esta rosa única, “distinta de todas las demás, una cuya delicadeza, candor e inocencia, harán despertar de su letargo a mi alma, mi corazón y mis riñones” Saint-Exupéry.
”No se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos” A.S-E.
viernes, 6 de julio de 2007
Yo en mí sin mi yo

A través de esta aparente simple pero compleja frase, Sócrates abrió una puerta de sabiduría hacia nosotros; en el sentido que para él tiene este lema está en relación no sólo con el reconocimiento de nuestros límites, de nuestra ignorancia, sino también con su afirmación de que la virtud reside en el conocimiento, como un medio para la acción.

Frecuentemente, conocernos a nosotros mismos y aprender la verdad empieza por reconocer lo que no sabemos. "Una vez que nos conozcamos, podremos aprender a cuidar de nosotros, pero si no, nunca lo haremos" Sócrates.
El camino para encontrar esta sabiduría queda recogido en el precepto de que la búsqueda de la verdad es una búsqueda interior -en diálogo con los otros-, precedida e impulsada por el reconocimiento de la ignorancia.
"Cuando hablamos de la naturaleza, no deberíamos olvidar que somos parte de ella y que debemos contemplarnos con la misma curiosidad y sinceridad con las que estudiamos un árbol, un cielo o un pensamiento, puesto que estamos ligados a la totalidad del universo". Henri Matisse
domingo, 24 de junio de 2007
Sonata d´inverno
miércoles, 20 de junio de 2007
viernes, 8 de junio de 2007
Lo inmanente

Hay razones para existir.....
Pero no hay razones para dejar de saber lo que en realidad envuelve el alma; tanto en la luz como en la oscuridad.
Cada uno debe encontrar esa verdad que yace dentro de nosotros, que permanece allí y le da la fuerza necesaria y el sentido a la vida. Para mi es el Amor en Dios, como esencia de todo y para todo.